Japón se prepara para enfrentarse al peor tifón en 60 años. Catalogado como "muy fuerte", la segunda máxima categoría de la Agencia Metereológica de Japón, se esperan lluvias torrenciales, rachas de viento de 250 kilómetros por hora y olas de más de 10 metros. Hay 370 vuelos internos cancelados. La población se afana en hacer acopio de alimentos y agua.
Asegurar ventanas y tejados
Un manto de lonas azules sujetas con sacos cubre decenas de tejados en Japón a la espera de la llegada de Ha-gibis. Algunos aún tapan ventanas. "El clima está resistiendo, dice este hombre, así que pensé que debería hacerlo ahora, aunque es difícil que termine a tiempo".
Una mujer, que se prepara para ir a un refugio dice que "cuando estás con más gente las malas sensaciones desaparecen".
El tifón catalogado como "muy fuerte" dejará lluvias torrenciales, vientos por encima de los 250 kilómetros hora y olas superiores a 10 metros de altura.
Ni vuelos, ni trenes
El Gobierno recomienda evitar salir de casa, alertan del riesgo de inundaciones y corrimientos de tierra. En las tiendas hay carteles que anuncian su cierre inminente, mientras cientos de personas hacen acopio de alimentos y agua. "Tengo algunos bidones de agua en casa pero pensé que debería comprar más", cuenta unhombre.
"Pensé, afirma otra mujer, que necesitaría suministros para aguantar hasta el domingo". Casi todos los vuelos domésticos están cancelados, tampoco circularán gran parte de los trenes de alta velocidad y regionales.
La amenaza es tal que dos partidos de la Copa Mundial de Rugby se han suspendido, suspendida también la tercera sesión de entrenamientos del Gran Premio de Fórmula UNO, en el aire la carrera del domingo. Japón se detiene a esperar a que pase la tormenta.