Cinco embarcaciones han zarpado este lunes del puerto de la ciudad nipona de Shimonoseki en el marco de la reanudación de la caza comercial de ballenas por parte del Gobierno japonés tras 30 años de suspensión, una decisión que ha suscitado numerosas críticas.
Para retomar la caza comercial de ballenas, Tokio ha establecido una cuota de 227 cetáceos hasta finales del año, según ha informado el Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca Japonés.
De esta forma, desde diversas asociaciones de pescadores hablan de sostenibilidad, “queremos continuar con la pesca en un futuro de forma sostenible, la cuota de mercado no afectará a los recursos en 100 años, asique continuaremos cazando” afirman desde dichas asociaciones.
Además, las autoridades japonesas sostienen que el consumo de carne de ballena forma parte de su cultura y que la mayor parte de las especies no corren peligro. Por otro lado, las organizaciones animalistas no se asombran por la reanudación de estas prácticas ya que afirman que la captura científica promovida durante los pasados años había sido un encubrimiento de la captura comercial.