Vídeo: Redacción | Foto:Telemadrid
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En la fiesta por el título de campeonas del mundo, Jenni Hermoso hizo gala de ser muy madrileña. Jenny Hermoso se define como un chica de barrio y orgullosa del suyo, de Carabanchel, donde comenzó a jugar al fútbol de pequeña.

Hoy allí sus padres nos han contado que despuntar no le fue fácil. Media vida después, todo son sonrisas y felicitaciones. 33 años, lleva media vida jugando al fútbol.

Empezó con 12 años en el Atlético de Madrid alentada por su abuelo. La casa de los padres de Jenni Hermoso es una autentico museo de la jugadora de Carabanchel.

Rafa, su padre, todavía se emociona recordando lo que ha conseguido su hija. La madre de jenni no para de recibir felicitaciones en la calle

Jenni Hermoso se ha convertido en un símbolo del camino alto de san isidro. En esta calle dio sus primeras patadas a un balón y siempre ha mostrado su orgullo de barrio.

Las campeonas del mundo ponen a Madrid a sus pies

Su padre acompañaba a Jenni por todos los campos de Madrid, aunque su abuelo Antonio fue el primero en descubrir su potencial

De Carabanchel saltó al Atlético de Madrid, al Barcelona, al PSG, y ahora a sus 33 años juega en México, en el Pachuca pero le queda cuerda para rato, ahora es un referente para muchas niñas

Dice su familia que su técnica y visión de juego es inmejorable, pero que su sonrisa, es su seña de identidad.