Llegan las altas temperaturas y aumenta el riesgo de incendios. Y para prevenirlos se elabora el mapa de las zonas más vulnerables.
En la Sierra estos días se recogen muestras de vegetación y de tierra en nueve puntos para después analizarlas en el laboratorio.
De esta manera se puede determinar, caso de declararse el incendio, la velocidad de avance de las llamas, la altura de las mismas y la carga de fuego estimada por la cantidad de combustible.
Algo fundamental a la hora de que los Bomberos de la Comunidad tengan que enfrentar este tipo de situaciones.