La Comunidad de Madrid ha presentado este lunes el Plan de Atención Integral a la Fragilidad y Promoción de la Longevidad saludable para personas mayores, una iniciativa de atención sociosanitaria pionera en España que busca evitar o retrasar al máximo situaciones como la pérdida de funcionalidad o la dependencia y la aparición de discapacidad.
El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, ha visitado este lunes el hospital público universitario de Getafe, donde ha expuesto los detalles de este nuevo programa, que sitúan al envejecimiento como uno de los principales retos demográficos a los que se enfrenta la sociedad madrileña.
Se prevé que el porcentaje de ciudadanos mayores de 65 años aumente del 18% al 28% en 2060, y que las personas con edades por encima de los 80 pase del 5% al 12% en el mismo año, ha detallado en un comunicado el Gobierno regional.
Cercanía, transparencia y compromiso son los tres principios básicos en los que se basa el plan que busca ofrecer una respuesta coordinada, profesional y homogénea en los cuidados integrales y especializados a este sector de la población.
Los servicios públicos se orientan hacia una atención más ágil, que promueva la continuidad asistencial y el envejecimiento saludable, mediante una política de cuidados basada en la prevención, la detección, la intervención sobre la fragilidad y la longevidad saludable, centrada en la persona y adaptada a sus necesidades.
Este proyecto ha contado con la colaboración de las consejerías de Familia, Juventud y Políticas Sociales; Cultura, Turismo y Deportes, y Educación, Universidades, así como asociaciones, ayuntamientos, colegios profesionales y sociedades científicas, entre otras entidades.
CAMPAÑAS PARA SENSIBILIZAR SOBRE EL ENVEJECIMIENTO SALUDABLE
El consejero ha explicado que este nuevo plan de la sanidad pública madrileña cuenta con seis líneas estratégicas de actuación, que abarcan aspectos como la coordinación sanitaria, que debe ser multidisciplinar e incluir los cuidados integrales, atendiendo al conjunto de las necesidades de cada persona.
Además, pretende reforzar aspectos como la sensibilización sobre longevidad saludable, para que los profesionales de todas las disciplinas relacionadas con los mayores no minimicen los síntomas relacionados con la fragilidad asociándolos con un envejecimiento normal.
Esta iniciativa también contempla una línea de promoción de hábitos saludables y prevención, y otra de detección y diagnóstico de la fragilidad, ya que cuanto antes se instauran ambos aspectos, hay mayores posibilidades de prevenir la dependencia.
Asimismo, incluye un especial seguimiento en las personas identificadas como frágiles o con riesgo de sufrir caídas, y una última línea de formación de profesionales y de promoción de la investigación.
Ruiz Escudero ha destacado que este proyecto se ejecutará mediante acciones de carácter transversal, con especial énfasis en incrementar la cultura sobre la necesidad del envejecimiento saludable a través de campañas de sensibilización.
Además, fomentará la participación activa de los mayores en actividades comunitarias y permitirá transformar y adaptar los servicios de urgencias de los hospitales para atender de forma prioritaria y ágil a los mayores.
También incluirá iniciativas para evitar el encamamiento prolongado durante la hospitalización o para prevenir el delirium o síndrome confusional agudo, estableciendo programas que se apliquen en las plantas de los hospitales que garanticen los ritmos de sueño-vigilia, faciliten el acompañamiento o la hidratación.