El Parlamento Europeo dio luz verde este miércoles a la primera ley sobre violencia de género de la historia de la UE, que armonizará definiciones y penas de cárcel de este tipo de delitos en todos los países europeos pero se queda a las puertas de tipificar penalmente la violación basándose en la falta de consentimiento como ya hace España.
El texto final de la ley recibió el apoyo del Parlamento Europeo por 522 votos a favor, 27 en contra y 72 abstenciones.
La Eurocámara había peleado junto a un grupo de Estados miembros de la Unión europea (UE) por incluir el delito de violación en la directiva pero chocó contra una mayoría que incluía a Francia, Alemania o Hungría, quienes se negaron a hacerlo.
Hasta trece Estados miembros, incluyendo a España, estaban a favor de incluir la violación definida como el sexo sin consentimiento (frente a las legislaciones que aún requieren el uso de la fuerza para considerarlo violación), pero era necesaria una mayoría cualificada del 55 % de los países que representaran a al menos el 65 % de la población, un requisito imposible de alcanzar sin estos tres países.
La eurodiputada socialdemócrata sueca Evin Incir, una de las jefas negociadora del texto, dijo estar decepcionada con quienes han encabezado el rechazo a incluir la violación en la ley y les advirtió de que su "traición y obstrucción a la oportunidad de tener una legislación basada en el consentimiento no será olvidada".
"Y sin embargo, pese a la resistencia de estos tres individuos y de otros, logramos incorporar por primera vez en la legislación europea el requisito de promover una cultura basada en el consentimiento para las relaciones sexuales. Esto puede no parecer rompedor de primeras, pero los retos que hemos enfrentado durante las negociaciones han revelado su naturaleza revolucionaria", dijo Incir.
Y es que, aunque no se iguale su definición basada en el consentimiento en toda la UE, la directiva sí recoge que las campañas de concienciación que los países europeos diseñen contra la violación deben centrarse en la idea de que el sexo sin consentimiento es un crimen y que el consentimiento "debe darse de manera voluntaria como resultado del libre albedrío de las personas".
"Sé que tendremos que hacer más porque esto es sólo el principio. Hemos llegado lejos con esta directiva, tendríamos que haber ido aún más lejos pero ha habido fuertes resistencias. Pero confío en que la UE será un lugar mejor con esta directiva", dijo la eurodiputada popular irlandesa Frances Fitzgerald.
La directiva incluye también una cláusula por la que los delitos que quedan bajo el paraguas de la misma se revisarán dentro de cinco años. Las eurodiputadas que han formado parte del equipo negociador del Parlamento, entre ellas varias españolas, confían en que se trabaje para cambiar las actitudes sociales hacia este delito y que se consolide la idea de que el sexo sin consentimiento es siempre una violación.
Entre las españolas presentes en la negociación, comparten perspectiva María Eugenia Rodríguez Palop (Unidas Podemos), que consideró que esta ley "frenará el negacionismo de género e impedirá las regresiones con las que algunos sueñan", y Soraya Rodríguez (Ciudadanos), que aseguró que, aunque no se ha conseguido "todo lo que las víctimas se merecen" en cuanto a la persecución de los culpables, sí se ha logrado "todo aquello hasta lo que hemos podido llegar".
Contraria al resultado final se pronunció Margarita de la Pisa (Vox), que opinó que este tipo de leyes no ha funcionado en España y las mujeres están "más inseguras que nunca con las leyes de género y también con las políticas de fronteras abiertas".
Por otro lado, la directiva amplía la lista de agravantes en delitos de violencia contra las mujeres y armoniza tipos penales para crímenes como la mutilación genital femenina, el matrimonio forzado y varios tipos de violencia contra las mujeres en línea, como la publicación de material íntimo sin consentimiento de la víctima.