La activista hispano venezolana de derechos humanos, Rocío San Miguel, y cinco familiares y allegados suyos están en paradero desconocido desde la semana pasada. Las fuerzas de contrainteligencia se los llevaron detenidos y sus abogados no han conseguido dar con ellos. Les acusan de conspirar para atentar contra Maduro. La familia de la activista teme por su vida.
Rocío San Miguel estaba en Caracas investigando y cuando iba a abandonar el país, se la llevaron las fuerzas de contrainteligencia. La acompañaba su hija Miranda, también con doble nacionalidad española y venezolana. Ella fue detenida después junto a otros 4 familiares.
Los abogados no dan con ellos y el fiscal ha confirmado en redes sociales que Rocío está detenida, ha pedido prisión provisional y la acusa de traición, conspiración y terrorismo.
El fiscal aseguró que los seis detenidos aparecen "presuntamente involucrados" en la trama conspirativa denominada 'brazalete blanco', cuyo objetivo era "atentar en contra de la vida del jefe de Estado, Nicolás Maduro, y otros altos funcionarios".
Remarcó que las actuaciones están "dentro de los lapsos legales" y "en estricto apego al respeto de los derechos humanos", pese a que la defensa de la activista denunció la "desaparición forzada" de San Miguel, que estuvo en paradero desconocido desde el viernes, cuando fue detenida
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó este lunes la "desaparición forzada" de San Miguel y recordó que la activista es beneficiaria de medidas cautelares del organismo.
Mientras la familia teme por su vida.
Más de 200 organizaciones civiles exigen su liberación.