Bajar impuestos para mejorar la actividad económica es la fórmula por la que han optado comunidades como Madrid, la que más recauda por IRPF.
Una postura fiscal que contrasta con la defendida por autonomías gobernadas por el PSOE que rechazan aplicar rebajas impositivas que en el caso del impuesto del Patrimonio, dicen los socialistas, sólo benefician a unos pocos contribuyentes.
Nuestra región es la comunidad autónoma con los tipos más bajos del IRPF. Un mínimo del 8,5% y un máximo del 20,5%.
A partir de este ejercicio además está previsto que se deflacte la tarifa, lo que beneficiará a rentas bajas y altas.
De este modo, un contribuyente soltero sin hijos con unos rendimientos por trabajo de 30.000 euros pagará este año en la Comunidad de Madrid 4.646 euros.
En Cataluña, la autonomía en la que más se paga, 5.050 euros, una diferencia de unos 400 euros, que se mantiene si la comparamos con regiones como Aragón o Extremadura gobernadas por el PSOE.
En los tramos más altos, para rentas por encima de los 100.000 euros en regiones como la Comunidad Valenciana o Extremadura exigen un mayor esfuerzo fiscal, por encima de los 34.500 euros frente a Madrid, una diferencia de aproximadamente 2.000 euros.
La supresión del Impuesto de Patrimonio en Andalucía, bonificado al 25% en Galicia, puede llevar según los expertos a que se produzcan un cambio de domicilio fiscal.
Si el PP defiende que bajar tributos favorece la actividad económica, los partidos de izquierda destacan que los impuestos contribuyen a mantener el estado de bienestar.