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Las fiestas de La Paloma, la patrona popular de la ciudad de Madrid que vive este lunes su día grande, llegan a su fin tras recuperar la normalidad postpandemia y se despiden con el cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento como protagonista y con un especial recuerdo para sus miembros fallecidos este verano, marcado también por los incendios que asolan España.

El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, ha pedido a la Virgen de la Paloma que “se supere definitivamente la pandemia, afrontar las consecuencias económicas y sociales” y “seguir creciendo como sociedad”, así como que “siga protegiendo y ayudando a la ciudad de Madrid” estando a su lado “en todas las circunstancias que tengamos que sobrellevar”, mientras que la vicealcaldesa, Begoña Villacís, ha deseado “un poco de felicidad” después de unos años “tan duros”.

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Alcalde y vicealcaldesa han estado acompañados este 15 de agosto por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y por diferentes miembros del Gobierno regional y el municipal, así como por integrantes de los grupos de la oposición de Cibeles, con Rita Maestre (Más Madrid), Mar Espinar (PSOE) y Javier Ortega Smith (Vox) a la cabeza.

La mañana empezaba con el anuncio del embarazo de Rita Maestre realizado en la plaza de la Villa, donde se ha celebrado en el primer acto institucional al que han acudido los políticos madrileños: la tradicional entrega de las ‘Palomas de Bronce de Bomberos de Madrid’ que el cuerpo municipal entrega el 15 de agosto, dado que la Virgen de la Paloma es su patrona.

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Este año han recaído en Ángel Martín Recio, jefe del grupo conductor recientemente jubilado; en Inmaculada Galván, periodista con gran trayectoria en la información local; en el servicio de Neonatología del Hospital 12 de Octubre; y, a título póstumo, en Alberto Díaz García, bombero recientemente fallecido tras sufrir un accidente mientras iba en bicicleta a rescatar a un gato cuando estaba fuera de servicio.

Su viuda, Esther Romero, ha tenido uno de los momentos más emotivos del día al tomar la palabra -“se ha ido un ángel de la tierra demasiado pronto y de la peor manera posible”- para pedir que Alberto “continúe viviendo en el corazón de cada una de las personas que hemos tenido la suerte de conocerle y nos ayude a ser un poquito más como él: bueno, generoso, y lleno de amor”.

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Todos los políticos han tenido palabras de recuerdo para los bomberos fallecidos antes de acercarse a la plaza de la Virgen de la Paloma, donde el olor a gallinejas se entremezclaba con el de las rosas, para hacer la también la tradicional ofrenda floral a la patrona popular de la ciudad.

Almeida y Ayuso se han dado un baño de masas en las inmediaciones de la iglesia, con calles aledañas como Calatrava engalanadas con mantones de todos los colores, parándose cada dos pasos para recibir las alabanzas de los madrileños, y después ha tenido lugar la misa solemne, oficiada por el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, y la bajada del cuadro de la virgen por parte del bombero Jorge Aunión.

¡Viva la Virgen!, ha resonado en la calle de Isabel Tintero, frente a la iglesia, donde decenas de personas han visto la misa gracias a una pantalla que se ha instalado en la fachada del templo.