Vídeo: REDACCIÓN | Foto:Telemadrid
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Muchos bares han empezado a cronometrar el tiempo que pasan sus clientes en la terraza porque, alegan, no les salen las cuentas.

La idea es que el tiempo para beber no supere los 30 minutos y que para comer o cenar los clientes no estén más de una hora y media ocupando una mesa.

Antes de verse en la obligación de cerrar, cada vez son más los establecimientos de Barcelona que han optado por activar el cronómetro.

La hostelería afronta un verano con gran dificultad para encontrar camareros

Sus hosteleros defienden esta medida que ha despertado críticas. "Me parece feo", afirma un cliente de un bar.

“Si me dijeran que tengo que estar 30 minutos, ya no me sentaría”, lamenta otro.