Lope de Vega tuvo una vida convulsa y mujeriega. Escritor prolífico de novela, poesía y teatro, es uno de los grandes representantes del siglo de Oro, pero esto no siempre le permitió sobrevivir.
En el Madrid del siglo XVI, no se vivía del arte, sino de los mecenas. El suyo fue el Duque de Sessa, al parecer, tenía muchas amantes pero poca mano. Así que Lope le escribía las cartas de amor. Una de ellas se exhibe en su casa Museo de Madrid, cedida por el Museo Lázaro Galdiano.
En tiempos precarios era normal prestar servicio a nobles acomodados y eso hizo el Fénix de los Ingenios.
El Duque de Sessa, con 23 años, pensó que sus fogosos impulsos amorosos, necesitaban de mano ajena.
Al Duque le pido aceite para los candiles, "si no cenaré sin luz", escribía Lope de Vega.