Los Miami, un grupo criminal con una estructura implantada en el ocio nocturno madrileño de los 80 y 90
Droga importada o 'cocinada' en Madrid, blanqueo de dinero, comunicaciones encriptadas y otros detalles revelados en la sesión de este jueves
En la Audiencia Nacional continúa el juicio contra los 81 procesados de la banda de Los Miami, el grupo que controlaba el tráfico de droga en los 80 y 90 en Madrid.
La investigación del asesinato el 12 de enero de 2009 del rumano Catalin Stefan Craciun, portero de la discoteca Heaven de Madrid, por un posible ajuste de cuentas de clanes de la noche madrileña, llevó a la Policía a descubrir la banda de Los Miami y entre sus líderes a la Reina de la Coca, Ana María Cameno.
La Audiencia Nacional ha reanudado este jueves el juicio a 81 acusados por la Fiscalía Antidroga de introducir entre 2007 y 2011 en España al menos siete toneladas y media de cocaína y de blanquear ingentes cantidades de dinero, entre otros delitos.
De todos los acusados 66 han llegado a acuerdos con el fiscal para confesar los hechos a cambio de ser condenados a penas menores.
Este jueves han declarado los jefes de los grupos de la Policía Nacional que dirigieron las investigaciones que han señalado que se trataba de una organización "muy prolífica" que introdujo en España droga desde distintos puntos tanto de cocaína como de hachís.
Tenían, según los agentes, una estructura para blanquear el dinero obtenido de la misma y que adoptaban fuertes medidas de seguridad con comunicaciones encriptadas.
De entre juzgados, Álvaro López Tardón es el único de todos ellos que no se sienta en el banquillo en este juicio porque ya cumple 150 años de prisión en Estados Unidos por esos hechos.
Otro de los que se sientan en el banquillo, Lauro Sánchez regentaba locales de ocio nocturno de Madrid en los que se distribuía droga y en los que llegaron a incautar hasta un total de tres kilos de cocaína.
En la localidad de Villanueva de Perales, la Reina de la Coca, tenía una propiedad en al que se estableció un laboratorio para 'cocinar', según la Policía, una cantidad "brutal" de cocaína.
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