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La costumbre de felicitar el cumpleaños llamando por teléfono se va perdiendo. Ahora, tanto jóvenes como adultos lo hacemos por mensajes escritos. Una tendencia que se multiplica entre los millenials. Los psicólogos ya le han puesto nombre a este fenómeno, es la generación Mute.

Muchos jóvenes ni siquiera saben cuál es el tono de su teléfono. Y es que apenas hacen llamadas. Según un estudio, el 96 % de los jóvenes utiliza la mensajería instantánea como canal preferente de comunicación.

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A los millenials y a la Generación Z se une ahora la generación Mute. “Son aquellos que prefieren no utilizar la llamada en directo con otras personas”, explica Sergio García, psicólogo y experto en adicciones.

“Van a perder locuacidad y elocuencia”, añade el experto como principales problemas de esta causa. Al no escuchar la voz del otro, perdemos habilidades sociales.

Con los mensajes hemos ganado rapidez y llegamos a más gente, dejando la llamada telefónica “única y exclusivamente para las personas dentro de la intimidad. Es decir, a la novia o al novio. Y a la madre o al padre si no hay nada que ocultar”, argumenta Sergio García.