Los desastres naturales costaron la vida a 37 personas y dejaron pérdidas económicas por valor de 4.450 millones de euros en 2023, según los datos del Barómetro de las Catástrofes de España de la Fundación Aon presentado este jueves en el Instituto de la Ingeniería de España (IIE).
A pesar del número de víctimas mortales, la cifra fue menor respecto a otros años, sobre todo teniendo en cuenta que 2023 fue "especialmente mortífero a nivel global", con 95.000 fallecidos en distintos puntos del planeta.
La primera causa de muerte en España fueron las olas de calor (24 personas), seguida por inundaciones (9), temporales de viento (3) y por último los incendios (1): 32 fallecidos fueron hombres y 5, mujeres.
El 80 % de las víctimas mortales fue contabilizado en seis comunidades, con Andalucía a la cabeza por tercer año consecutivo con 6 personas, seguida de Castilla la Mancha y Comunidad Valenciana con cinco cada una y Canarias, Cataluña y Región de Murcia con 4 víctimas cada una.
Consecuencias económicas
Más allá de las pérdidas humanas, el año pasado fue el peor de la serie 2016/2023 en materia económica, según el director general del Observatorio de Catástrofes de esta fundación, Pedro Tomey, quien ha precisado que "los datos han empeorado en un 63% con respecto a 2022" cuando los costes fueron de 2.900 millones de euros.
Cada catástrofe costó a los españoles una media de 53 euros por persona, ya que 2.449 millones fueron cubiertos por las aseguradoras.
Los gastos de 2023 han sido imputados a tres ramas: "Costes asegurados, los no asegurados -intervención de unidades de emergencia- e impactos sobre el Producto Interior Bruto", con una mayor presencia en los fenómenos hídricos.
Sequías, pedriscos e inundaciones fueron los fenómenos más registrados en 2023, año en el que los siniestros más costosos desde el punto de vista económico fueron la DANA de Toledo en el mes de septiembre y la inundación del 6 de julio en Zaragoza.