Luis Bárcenas y su hijo comparecen ante el juez del caso Kitchen

El extesorero del PP Luis Bárcenas y su hijo Willy declaran este viernes ante el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón dentro de la investigación de la `operación Kitchen´. El padre, en prisión tras ser condenado por la primera época de la 'trama Gürtel', declarará por videoconferencia desde la cárcel de Soto del Real (Madrid).

Fuentes jurídicas confirmaron que ambos serán preguntados por distintos aspectos de la presunta operación parapolicial orquestada desde el Ministerio del Interior para sustraer documentación al extesorero popular.

El magistrado quiere saber quién recomendó a Bárcenas que contratara a Sergio Ríos como chofer y confirmar así si su contacto le fue facilitado desde el Partido Popular.

La Fiscalía sospecha que la sugerencia pudo partir de la ex secretaria general del PP Dolores de Cospedal, cuya imputación solicitó al juez.

El ministerio público también pidió que se imputara a su marido, el empresario Ignacio López del Hierro, al que consideran el enlace entre el comisario Andrés Gómez Gordo y el policía jubilado José Manuel Villarejo, que había sido el que captó a Ríos para que hiciera labores de espionaje a la familia.

Esta misma semana, Willy Bárcenas solicitó su personación como acusación particular en el 'caso Kitchen', que se investiga en la Audiencia Nacional. En concreto solicita ser acusación particular como perjudicado por el presunto espionaje ilegal que se sustanció entre los años 2013 y 2015.

La cúpula del Ministerio del Interior, dirigido en ese momento por Jorge Fernández Díaz, está imputada o al borde de la imputación por esta causa.

Según las pesquisas realizadas hasta el momento, se habría captado al que fuera chofer de la familia, Sergio Ríos, para espiarles y tratar de sustraer documentos que pudieran perjudicar al PP, todo ello con el conocimiento del excomisario José Manuel Villarejo, que lleva más de tres años en prisión preventiva.

Ahora Willy Bárcenas solicita la condición de perjudicado por uno de los episodios más esperpéntico relacionado con esos espionajes: el protagonizado por un falso cura que asaltó la vivienda familiar, encañonando y reteniendo por la fuerza a Rosalía Iglesias, a una empleada de hogar y al propio Willy, a los que exigió la entrega de documentación. Por estos hechos, el asaltante fue condenado a 22 años de prisión.