Madrid advierte del daño del cannabis en la salud mental y censura que Más Madrid y Podemos pidan legalizarla

Comienza la ofensiva de la presidenta Isabel Díaz Ayuso contra el consumo de cannabis. Este viernes el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero ha explicado el daño que hace esta droga en la salud de los madrileños y en nuestro sistema sanitario.

Solo en 2021, en la región se llevaron a cabo 5.384 atenciones, y 4.253 de ellas acabaron en ingreso hospitalario por consumo de esta sustancia. De ellas, 242, con una media de edad de 28 años, se prolongaron más de 9 días. Además, el 95% de los menores de edad atendidos en centros de adicciones de la región presentaba algún tipo de problemas con esta sustancia.

Consumo y enfermedad mental

La Comunidad de Madrid alerta de las consecuencias de los efectos adversos del cannabis en sus diferentes presentaciones, como la esquizofrenia, autolesión intencional, psicosis o incluso el suicidio, advirtiendo así ante la frivolización de su consumo recreativo, y ha criticado que se apele a un supuesto consenso social para pedir su legalización.

Ruiz Escudero, ha comparecido para advertir ante las iniciativas presentadas por Más Madrid y Unidas Podemos tanto en la Asamblea como en el Congreso de los Diputados para reclamar una regulación para combatir el mercado negro, proteger a los menores dificultando su acceso y derivar una parte de los ingresos recaudados a la prevención en el consumo.

Acompañado de la directora general de Salud Pública, Elena Andradas, y la coordinadora de la Oficina Regional de Salud Mental y Adicciones, Mercedes Navío, el consejo madrileño ha subrayado que no se puede trivializar el consumo de cannabis ni subestimar sus efectos sobre la salud mental, especialmente en población vulnerable como la infantojuvenil.

Efectos negativos del estupefaciente

En este sentido, los responsables de la Consejería han recalcado que todos los estudios que se realizan a nivel internacional coinciden en que el cannabis es la droga ilegal que más se consume en el mundo, que produce efectos negativos en la salud, tanto a corto, medio como largo plazo, para la persona directamente afectada y su entorno. La sustancia y su resina están consideradas estupefacientes por la Organización de Naciones Unidas y tan sólo se permite su uso para investigación, mientras que su función terapéutica está limitada a los fármacos autorizados, cuya dispensación se realiza con receta médica.

Entre otras cuestiones, el consejero ha indicado que en aquellos lugares donde está permitido el consumo recreativo de cannabis disminuye la percepción del riesgo, no se acaba con el mercado negro y baja la edad de inicio en el consumo, además de su combinación con otras drogas.

Irresponsable poner en riesgo la salud

Escudero también ha censurado que se reclame la legalización del consumo recreativo del cannabis apelando a un supuesto social "de manera irresponsable" cuando se pone "en riesgo la salud e integridad de todos".

Por su parte, la directora general de Salud Pública de la Consejería de Sanidad ha defendido que "el debate sobre la regulación debe circunscribirse exclusivamente al uso medicinal". "El uso recreativo no tiene sentido", ha precisado.

Madrid seguirá dando la batalla

En cualquier caso, el consejero madrileño ha recalcado que la Comunidad continuará "dando la batalla" contra el consumo de drogas. "El compromiso del Gobierno regional es proteger la salud física y mental de los madrileños, con mucha más intensidad cuando hablamos de adicciones", ha precisado.

La Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias (ESTUDES) del año 2021, elaborada por la Dirección General de Salud Pública para el Plan Nacional sobre Drogas, y realizada a estudiantes con edades comprendidas entre 14 y 18 años, demuestra que su normalización y accesibilidad generaría un aumento del consumo, tal y como manifiestan el 19,4% de los alumnos madrileños que hasta el momento no la han probado, pero que lo harían en caso de que fuera legal.

La Comunidad de Madrid cuenta con 24 centros específicos de Atención Integral a Drogodependientes (CAID), tanto para personas adultas como adolescentes.

El Ejecutivo madrileño también está desarrollando el Plan de Salud Mental y Adicciones 2022-2024, que fue presentado el pasado 28 de febrero por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y supone la contratación de 370 nuevos profesionales para desarrollar las diferentes líneas prioritarias asistenciales, con una dotación presupuestaria de 45 millones de euros, de los cuales más del 85% está destinado a la incorporación de este tipo de trabajadores.