Vídeo: ALMUDENA FALCÓN | Foto:Telemadrid
(Actualizado

Piedra a piedra, en 1968, llega a Madrid el Templo de Debod. Un regalo de la República Egipcia en agradecimiento por haber colaborado en el traslado de los Templos de Abu Simbel. Es el más grande de los cuatro templos que Egipto regala a Italia, Alemania, Estados Unidos y España en los años 60. La Unesco puso una condición para su entrega: que estuviera protegido.

En 1970 cae una inmensa nevada en Madrid que obliga a construir la estructura que actualmente vemos en el parque. Se realiza con piedras traídas de Salamanca y, prácticamente, lo que es el Templo egipcio, queda protegido en su interior. Por ejemplo, de las cuatro columnas que vemos en la parte frontal, tan solo una, la de la derecha, cuenta con un capitel original de Egipto.

Pero esta estructura no parece ser suficiente. El prestigioso egiptólogo Zahi Hawass lo ha visitado y ha vuelto a insistir en que el Templo de Debod está en una ubicación ideal, pero debe estar protegido.

De hecho, Hawass ha hablado con la vicepresenta Carmen Calvo y ha mandado una carta al Ayuntamiento de Madrid pidiendo que se cubra el valioso regalo. Hace unos días, incluso, dijo que si no lo conservábamos, tendríamos que devolverlo.

El Consistorio madrileño "es consciente" de la responsabilidad de su "cuidado y conservación"

Por su parte, el director general de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento de Madrid, Luis Lafuente, ha afirmado que el Consistorio madrileño "es consciente" de la responsabilidad de su "cuidado y conservación", y ha destacado que aunque no exista aún una solución definitiva, ésta pasará por cubrir el monumento y no trasladarlo a un museo.

Asimismo, el Ayuntamiento ha explicado que está preparando un proyecto para mejorar su conservación. El plan estudia la construcción de un centro de acogida e interpretación que extraiga del templo los servicios museísticos para potenciar la conservación interior.

Lafuente ha insistido que el Ayuntamiento ya se encuentra realizando informes técnicos, estudios sobre la porosidad de las piedras, de humedad y de conservación del monumento egipcio para "tener las conclusiones científicas definitivas que permitan tomar la decisión correcta".

Asimismo, ha remarcado en que ya se trabaja para reducir los efectos negativos que pueda presentar el Templo de Debod por estar al aire libre con la reparación de la cubierta, evitando filtraciones.