Ciudades como Alcorcón o Alcalá de Henares también se plantean la declaración de zona catastrófica

El Ayuntamiento de Madrid ultima la evaluación para pedir la declaración de zona catastrófica por los daños de la borrasca Filomena y es posible que la decisión se tome mañana jueves.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha dicho este miércoles que "en principio" la Junta de Gobierno prevista para mañana decidirá si la capital pide ser declarada zona catastrófica, con vistas a afrontar estos daños causados por la borrasca Filomena.

Unos daños cuya evaluación ya apunta a unos 70 millones de euros en sectores como la hostelería, los destrozos causados por la caída de árboles, que podrían llegar a 15 millones, o el mobiliario que alcanzaría los diez millones.

El alcalde ha señalado que tiene "muy avanzado" el estudio de dicha pretensión desde el punto de vista jurídico, y entiende "que es viable la petición que se pueda cursar".

Quedaría justificada, ha argumentado, por los daños "muy importantes" que el temporal Filomena ha provocado en la ciudad, tanto a "bienes privados" como vehículos o edificios como en sectores como la hostelería y la restauración, cuyas pérdidas se estiman en 70 millones de euros.

La Comunidad apoya a los municipios

La Comunidad de Madrid apoyará a todos los municipios que pidan zona castastrófica. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ya ha anunciado que apoyará a cualquiera de los municipios que soliciten estas ayudas, independientemente de su signo político.

Colmenar Viejo ha sido el primero en solicitarlo de forma oficial y lo estudian, entre otros, Alcorcón, Alcalá de Henares y Cadalso de los Vidrios. El vicepresidente, Ignacio Aguado, ha reiterado el respaldo de la Comunidad a todos los ayuntamientos.

Los alcaldes y portavoces del Partido Popular toman la iniciativa y reclaman mayor colaboración y coordinación institucional, mientras que el presidente de la Federación de Municipios de Madrid cree que se busca un conflicto donde no lo hay.

Aguado insiste en que no hay que apartarse de lo urgente, los problemas que hay ahora, porque la declaración de zona catastrófica, recuerda el vicepresidente madrileño, es un trámite meramente administrativo.