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Madrid sabrá garantizar la seguridad del River-Boca en la final de la Copa Libertadores en estadio Santiago Bernabéu el 9 de diciembre. Lo dicen las tres administraciones: Gobierno, Comunidad y Ayuntamiento.

Se prevé un dispositivo de seguridad histórico para evitar cualquier enfrentamiento o altercado. Aún está por decidir a la espera de los informes técnicos, pero se podría comparar con una final de Champions League.

Tras los gravísimos incidentes en Argentina que han obligado a suspender hasta en dos ocasiones la final de la Copa Libertadores entre el Boca Junior y el River Plate, en Madrid preocupa la violencia de los ultras argentinos. A esa circunstancia hay que añadir que el partido coincide con el puente de diciembre, el de la Constitución, uno de los fines de semana con más afluencia turística en Madrid.

Capital segura

El presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, ha asegurado que Madrid tiene "los mejores cuerpos y fuerzas de seguridad del mundo" para albergar la final de la Copa Libertadores.

Garrido ha celebrado que la CONMEBOL, encargada de la organización del torneo, haya elegido la capital de España para celebrar el evento. "Que se celebre la final, algo que probablemente no volverá a ocurrir jamás, es bueno, porque nos eligen por nuestra experiencia en organizar eventos de este nivel, y porque Madrid es una capital segura”, ha asegurado.

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, también ha asegurado que la capital sabrá "garantizar la seguridad". "Madrid es una ciudad muy segura y sabemos garantizar la seguridad", ha señalado en una entrevista en la Cadena Ser, recogida por Europa Press, donde ha recordado "los grandes acontecimientos" que ha celebrado ya Madrid, como el MADO mundial (orgullo) "hasta otros muchos".

Control de fronteras

El dispositivo de seguridad de la última final jugada en Madrid, la de la Champions, movilizó 2.000 policías nacionales, 500 agentes municipales y 150 guardias civiles.

A lo que se añade la seguridad privada, protección civil y bomberos. En total, un dispositivo de 4.000 personas

Además, en este caso, se controlarán las fronteras para que los ‘barras bravas’, los ultras argentinos, no puedan volar a España para el partido.