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La Asamblea de Madrid ha honrado este jueves a las víctimas del Holocausto y ha reafirmado su compromiso con "los valores de tolerancia y libertad", cuando se cumplen 75 años desde que las tropas soviéticas liberaron el campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau.

En el acto del Parlamento regional hemos podido oír a una superviviente, Anette Cabelli, tenía 17 años cuando fue deportada y hemos conocido que alumnos de ESO estudiarán contenidos sobre la presencia judía en la Península Ibérica, un anuncio que ha hecho la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

La presencia judía y su legado

Ayuso lo hará mediante la modificación del decreto 48/2015 del 14 de mayo por el que se establece para la Comunidad el currículo de la Educación Secundaria. La presidenta ha recordado que los judíos llegaron "antes de que lo hiciera Roma" aportando "un decisivo legado económico y cultural".

Comunidad judía, religiosos cristianos, familiares de víctimas, consejeros del Gobierno autonómico, alcaldes, diputados y concejales han celebrado el Día de la Memoria del Holocausto y Prevención de los Crímenes contra la Humanidad, que oficialmente se conmemora el 27 de enero.

El presidente de la Cámara autonómica, Juan Trinidad, ha recodado que este acto se celebra desde hace 20 años, con el objetivo compartido de que "esta atrocidad tan inimaginable como real no caiga en el olvido".

Tras su intervención, se ha procedido a encender las velas de recuerdo y lectura por los alumnos del Centro de Estudios Ibn Gabirol-Estrella Toledano. Se han prendido en honor a los asesinados, a quienes informaron de la verdad, a las minorías, a los que perdieron su vida haciendo frente a la segregación, a los que preservan la memoria y a los superviviente.

Víctima del horror de Auschwitz

La Asamblea ha llevado a cabo un minuto de silencio en homenaje a las víctimas del nazismo y ha tomado la palabra Anette Cabelli, una superviviente del Holocausto.

Anette Cabelli, víctima del Holocausto

Fue deportada al campo de concentración de Auschwitz, "una fábrica de matar", tatuada con el número 4065 con un triángulo debajo y torturada por la policía política.

Consiguió sobrevivir allí porque trabajaba en el hospital del campo limpiando cubas de excrementos para presos polacos. Tres días antes de la liberación de Auschwitz, los nazis la obligaron a participar en una 'marcha de la muerte' en dirección a otros dos campos.

Una tragedia universal

Por su parte, el ministro consejero de la Embajada de Israel, Assaf Moran, ha hecho hincapié en que esto fue "una tragedia universal", un pueblo "perseguido, excluido y finalmente arrestado, deportado, concentrado en campos y asesinado".

En su discurso, Ayuso ha recordado que visitar hoy los campos de concentración, escuchar a sus supervivientes y familias, o leer los horrores que allí tuvieron lugar, cambia a toda persona "para siempre". "Madrid no olvida, está comprometida con la libertad, y por tanto aquí no tiene cabida el antisemitismo ni ningún tipo de discriminación por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión", ha reivindicado.