Defender la libertad de prensa es difícil en un mundo en el que el 85% de su población vive en zonas que tienen restringido este derecho. Prueba de ello es el número de periodistas que fallecen ejerciéndolo: 55 el año pasado, según la ONU.
Noticias falsas, caos informativo, polarización mediática, precariedad económica. Un suma y sigue que causa efectos desastrosos en la libertad de prensa. De los 180 países clasificados por Reporteros sin Fronteras, solo ocho gozan de buena situación.
Noruega, Dinamarca y Suecia marcan el modelo a seguir. Al final de la lista, 28 países donde la represión es extrema: Corea del Norte, Irán, China o Rusia.
España baja tres puntos con respecto al año pasado y se sitúa en el puesto 32. El motivo, según Reporteros sin Fronteras, medios cada vez más opinativos y precarización de la profesión que adquiere tintes crónicos.
Muertos por informar
El año pasado 55 periodistas fueron asesinados, según la ONU. Entre ellos, los españoles David Beriain y Roberto Fraile. Al menos 7 informadores han perdido la vida en Ucrania. En cuatro meses, ocho periodistas han sido asesinados en México.