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A las vacaciones de sus sueños siguió el susto de sus vidas en el vuelo de vuelta. Treinta y cinco pasajeros tuvieron que ser atendidos en Barajas. El avión procedentes de Isla Mauricio perdió altura repentinamente por unas turbulencias y los viajeros sufrieron golpes, cortes y contusiones. Hemos hablado con una de las pasajeras y nos ha contado cómo vivieron esos momentos de gran pánico. Las turbulencias les sorprendieron totalmente desprevenidos. El avión perdió altura de golpe, y descendió unos 300 metros.

Los expertos consideran estas turbulencias normales y advierten de la conveniencia de mantener el cinturón de seguridad abrochado durante todo el viaje.