Montero dice que al Gobierno sólo le corresponde el tránsito entre países y ve el descontrol de turistas como anécdota
La mayoría de los extranjeros vienen a España por trabajo, pero también por turismo. Las fronteras están abiertas y a nuestro país llegan cada día miles de extranjeros, mientras que los españoles no podemos movernos de una comunidad a otra, por las limitaciones impuestas por la pandemia de coronavirus.
La Comisión Europea ya ha pedido a España coherencia en estas restricciones, ya que no entiende que se permita la entrada de turistas extranjeros en España mientras en el territorio se imponen restricciones en Semana Santa con cierres perimetrales. Sin embargo, la Comisión, que pide a España coherencia en la movilidad, dice al mismo tiempo que cerrar las fronteras es un error.
Sobre esa aparente incongruencia se ha pronunciado el Gobierno. El Ejecutivo no se hace responsable y lo achaca a que la movilidad está en manos de las comunidades.
El Gobierno se lava las manos
La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero ha opinado que no hay que equiparar movimientos trasnacionales con los que hay en nuestro país
“La cuestión es lo que le corresponda al Gobierno de España que tiene que ver con el tránsito entre países y seguridad en ese tránsito y otra cuestión es que, en base a esos datos epidemiológicos, en una comunidad autónoma, en varias, se decida que hay un confinamiento perimetral que le corresponde a la comunidad autónoma”, ha manifestado.
Montero ha señalado también que las imágenes de turistas descontrolados en España son "anecdóticas" y "no responden a la realidad del comportamiento de los ciudadanos."
La portavoz del Gobierno ha hecho un "llamamiento" al resto de países de la Unión Europea sobre que España "sigue a rajatabla" las recomendaciones de los expertos en materia sanitaria y que "es evidente" que cuando se reactive el turismo "será uno de los destinos más seguros".
Tránsito en Barajas y fronteras abiertas
Por la T-4 del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas llegaban muchos viajeros este martes. Unos de Costa Rica, “pero soy italiano”, otros de la India o de Ucrania. Muchos por razones laborales pero otros muchos de viaje de Francia a Méjico. Y hay quienes vienen a Madrid desde Toluluse “buscando lo bueno: la comida”.
Son las incoherencias a las que nos tiene acostumbrados la pandemia: No podemos ir a Galicia en Semana Santa a ver a la familia, pero los alemanes si pueden venir a darlo todo a Mallorca.
Ellos dicen que todo está seguro y bien organizado. La única condición que les pone Merkel es que regresen con una PCR negativa, pero todo eso ocurre mientras Alemania está blindada y se prohíbe también el turismo interno.
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