El papa Francisco ha aceptado la renuncia del obispo estadounidense Michael J. Bransfield, quien en el pasado fue acusado de abusos sexuales a menores en la diócesis de Filadelfia (EEUU).
En un breve comunicado, el Vaticano informó hoy de que "Francisco ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis de Wheeling-Charleston presentada por monseñor Michael J. Bransfield", quien ya ha alcanzado la edad de jubilación para los obispos que es de 75 años.
Al mismo tiempo, el papa ha nombrado administrador apostólico sede vacante, es decir, en espera del nombramiento de un nuevo obispo, a William Edward Lori, arzobispo de Baltimore.
La nota del Vaticano no da más precisiones de esta renuncia, que se produce en medio de la vorágine de revelaciones sobre abusos sexuales a menores por parte de miembros del clero en distintos países.
La archidiócesis de Baltimore publicó una nota en su página web en la que informó de que el papa ha encargado al arzobispo Lori que conduzca una investigación sobre las acusaciones contra el obispo Bransfield de abuso sexual.
"Mi principal preocupación es el cuidado y el apoyo de los sacerdotes y la gente de la diócesis de Wheeling-Charleston en este momento difícil", dijo el arzobispo Lori, según la nota publicada en la web.
"Prometo llevar a cabo una investigación exhaustiva en busca de la verdad en las preocupantes acusaciones contra el obispo Bransfield y trabajar en estrecha colaboración con el clero, los religiosos y los líderes laicos de la diócesis hasta el nombramiento de un nuevo obispo", añadió.
El arzobispo Lori se reunirá con el clero y líderes laicos de la diócesis el 13 y 14 de septiembre.
Bransfield, que comenzó su carrera como sacerdote en la archidiócesis de Filadelfia, fue nombrado obispo de Wheeling-Charleston en 2005.
En 2012, en el juicio a otros clérigos de Filadelfia fue acusado de haber abusado sexualmente de diez niños a finales de la década de los 70 y principios de los 80, y luego relacionado con otros supuestos abusos, aunque él ha negado las acusaciones.