Para algunos es su primer desfile como titulares. Volarán con sus compañeros tras el líder y a las órdenes del jefe, en una maniobra en la que las distancias, los tiempos, se miden hasta el extremo.
Siete pilotos y sus aviones c-101 que ya tienen más de treinta años y pronto dejarán de usarse, al menos para instrucción.
La Patrulla Águila es la única que vuela dos veces el 12 de octubre, porque también es la encargada de cerrar el desfile.