Vídeo: REDACCION / EFE | Foto:Telemadrid
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Cuarenta años de cárcel pide la Fiscalía para esta mujer. Es Beatriz López Doncel. La auxiliar de clínica acusada de matar a dos ancianas en el hospital de Alcalá de Henares inyectándoles aire con una jeringuilla en julio de 2015 y agosto de 2017. Desde agosto de 2017 se encuentra en prisión. El juicio con jurado se celebrará en la Audiencia Provincial de Madrid.

En su escrito de acusación, la Fiscalía acusa a Beatriz de dos delitos de asesinato por los que además de la pena de prisión solicita su inhabilitación profesional durante 10 años.

Además le reclama indemnizaciones para los familiares de las víctimas. Un total de 72.000 euros a los dos hijos de la primera víctima y 20.000 a los hermanos de la segunda, y establece que debe ser declarada responsable civil directa la entidad Societe Hospitaliere Dassaurances Mutuelles y subsidiaria la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid.

La acusada prestó desde 2004 sus servicios como auxiliar de clínica en el Hospital de Alcalá. Sus funciones eran el cuidado y atención de los pacientes ingresados en la planta quinta dedicada al servicio de medicina interna.

Se llegaron a instalar cámaras de vigilancia en las plantas de medicina interna

Según el relato de los hechos, el 29 de julio de 2015 entró en la habitación 532-2, ocupada por la paciente L.M.S., de 92 años, cuya alta hospitalaria estaba prevista para el día siguiente. "Con ánimo de causar su muerte de forma inmediata, y aprovechando que en esos momentos no se encontraba acompañada por ningún familiar, le inyectó con una jeringuilla gran cantidad de aire en el sistema circulatorio a través de la vía que tenía colocada en el brazo", agrega.

Como consecuencia de ello la paciente entró en parada cardiorrespiratoria y falleció a las diez menos veinte de la mañana de ese mismo día a causa de una embolia gaseosa pulmonar masiva.

La fallecida dejó dos hijos, uno de ellos con una minusvalía del 86%.

El 2 de agosto de 2017 la acusada, "guiada por el mismo ánimo de ocasionar la muerte, entró en dos ocasiones en la habitación 528 ocupada por la enferma C.D.F., de 86 años, y otra paciente de avanzada edad y en estado semicomatoso. La acusada inyectó a C.D.F., a través de la vía y con una jeringuilla, gran cantidad de aire, lo que provocó que sufriera un parada cardiorrespiratoria motivada por una embolia gaseosa masiva que provocó su fallecimiento a las cuatro de la tarde de ese día pese a las maniobras de reanimación que le fueron practicadas por los médicos.

Esta fallecida dejó dos hermanos mayores.

La actuación de este 'ángel de la muerte' conmocionó a los pacientes.