Un recuerdo del pasado, muy presente en la calle Antonio Zamora, paralela a Paseo de Extremadura. Un tramo de unos 150 metros sigue teniendo postes de madera de los que penden los cables de la luz. Se han acostumbrado a ellos. Siempre estuvieron ahí. Los vecinos afectados piden que se soterren, como en el resto de Madrid, porque pasan muy cerca de algunas terrazas.