En Sevilla, el sector hotelero disiente de la medida impuesta la semana pasada por el Gobierno de bajar a 27ºC la temperatura de los aires acondicionados de los establecimientos con el objetivo de hacer frente a la crisis energética y ahorrar hasta un 15%. La decisión llega en un mal momento, en plena temporada alta de verano.
Solo habrá excepción en la zona del restaurante, permitiendo bajarla hasta los 25ºC, debido al esfuerzo continuo de sus trabajadores. Además, cada huésped en su habitación puede regular la temperatura como desee.
Muchos hoteles ya han recibido quejas de sus clientes por no diferenciarse la temperatura de las zonas comunes del recinto con las de la calle. Aunque, también los hay que no han notado la diferencia y sobrellevan bien los días de calor.