Vídeo: AGENCIAS | Foto:Telemadrid
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Conocer el paseo del Prado a través de los cinco sentidos. Es el objetivo del recorrido que organiza el Ayuntamiento de Madrid con motivo de su candidatura a ser Patrimonio Mundial de la UNESCO. En él, podemos desde admirar la riqueza de la arquitectura de esa zona hasta oler la rosaleda del Jardín Botánico.

Se trata de un programa de actividades para explorar y profundizar en los valores ambientales, urbanísticos y arquitectónicos del paseo del Prado y su entorno a través de la vista, el olfato, el gusto, el oído y el tacto con Salón del Prado: el paseo de los sentidos, ha informado el Ayuntamiento de la capital en un comunicado.

Anécdotas y curiosidades

A lo largo del recorrido, se repasarán anécdotas, curiosidades, historias y reflexiones sobre esta neurálgica vía de la ciudad que, junto con El Retiro, conforma la candidatura para formar parte de la lista de lugares Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Se trata de una actividad organizada por el Área de Medio Ambiente y Movilidad, a través del departamento de Educación Ambiental.

Así, los participantes explorarán y profundizarán en los valores ambientales, urbanísticos y arquitectónicos del paseo del Prado y su entorno a través del conocimiento que aportan los diferentes sentidos.

El tacto

Con el tacto, se entrará en contacto con la flora del lugar y los árboles singulares: el laurel de la plaza de Cibeles; el madroño y el ginkgo de la plaza de la Lealtad; el almez, los magnolios y la pícea del Himalaya de la plaza de Murillo o el olmo de la calle de Ruiz de Alarcón.

El tacto y la vista también serán dos de los sentidos que permitirán el disfrute de la feria del libro de la Cuesta de Moyano.

El olfato

El sentido del olfato se desarrollará con la rosaleda y las plantas trepadoras del Real Jardín Botánico mientras que el oído, que antaño en el paseo del Prado se empleaba para escuchar el juego de agua de las fuentes del salón (Cibeles, Apolo, Neptuno y las cuatro fuentecillas) y el caudal del arroyo de la Fuente Castellana, hoy quedado para el tráfico y, si la hora acompaña, para escuchar el canto de carboneros, petirrojos, cotorras, torcaces, tórtolas, gorriones y mirlos, entre otras especies más comunes.

El gusto

En lo relativo al gusto, esta actividad no lo relaciona con el paladar sino con el "buen criterio" que tuvo la ilustración madrileña por trasladar la cultura del progreso, la ciencia y el arte a este apartado lugar de la ciudad así como por elegir a los "mejores técnicos" del momento para diseñar el paseo del Prado y sus edificios: José de Hermosilla (urbanista), Ventura Rodríguez y Juan de Villanueva (arquitectos).