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Vecinos del barrio de Simancas, en San Blas, han pasado a la acción. Estaban hartos de los okupas que hay en una antigua oficina de Bankia de la calle Castillo de Oropesa. Se han tomado la justicia por su mano y han colocado "una puerta de grado cuatro, acorazada y antiokupas", tal y como asegura una de las vecinas de la zona.

"Nos va a costar unos 2.500 euros, pero acabaremos con este problema", remató.

El local pertenece al Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima), pero sigue alquilado a Bankia, que rescindirá el contrato ahora que no hay okupas.

La situación era insoportable para unos vecinos que se quejaban de un trapicheo de drogas continuo y numerosos robos. Las peleas estaban a la orden del día, al igual que el mal olor que desprende el interior del local.

De igual manera, manifiestan que dentro del mismo se han estado vendiendo artículos robados. Fuera como fuere, estos vecinos han dado un paso al frente y han erradicado el problema de raíz.