Sara Baras celebra el 25 aniversario de su compañía con un homenaje a Paco de Lucía

La bailaora y coreógrafa Sara Baras muestra una felicidad contenida producto de la emoción y la responsabilidad de celebrar el 25 aniversario de su compañía con el homenaje a uno de sus maestros, Paco de Lucía.

"No recuerdo mi vida sin el baile. Ahora estoy emocionalmente muy afectada, muy sensible recordando tantas cosas de una manera positiva", cuenta en una entrevista con EFE este miércoles, acomodada en un sofá del Teatro Real, donde el 1 y 2 de febrero estrenará su nuevo espectáculo "Vuela".

Asegura que mantiene la misma ilusión que cuando empezó, "incluso más; sigo trabajando con la emoción y las ganas del principio" y aunque reconoce que ha cometido fallos ha tenido la valentía de subsanarlos y aprender de ello.

"Se me llena la boca de gracias para toda la gente que me ha ayudado" y reconoce estar en un momento "brutal", satisfecha de no haber bajado la guardia nunca, con "un respeto profundo al flamenco", recordando estos 25 años con "una lectura nueva".

Premio Nacional de Danza 2003, Sara Baras (Cádiz, 1971) agradece a la familia del guitarrista Paco de Lucía y a su Fundación -de la que es patrona- la colaboración que le han prestado para realizar "Vuela".

"Es el maestro que más me ha marcado y enseñado, y este espectáculo quiero que sea una muestra de la admiración que le tenía y de lo que me aportaron sus consejos y su cariño", comenta con la emoción en la voz, en un momento que confiesa dejarse llevar por lo que siente.

"Vuela" es un viaje coreográfico de 15 piezas, un recorrido se despliega en cuatro actos. "Madera", que nos rememora la fuerza las raíces, la guitarra y el cajón; "Mar", que invita a navegar con pasión y fluir como el agua; "Muerte", donde está presente "mi padre y Paco, la aceptación, la soledad y la rabia" y "Volar", una manera mostrarse en libertad, animados por la celebración y la alegría.

Un recorrido en el que coincide con el maestro gaditano en su amor por el flamenco, el mar, la naturaleza; en el que "cada coreografía tiene un sentido diferente", que la artista brinda con requiebros, zapateados prodigiosos, seguidillas, alegrías y fandangos, acompañada por la música y la guitarra de Keko Baldomero, que también incorporará algunas piezas de Paco de Lucía.

Un espectáculo en el que tiene como pareja a Daniel Saltares, con una escenografía introduce la pintura de Fernando Quirós y textos de Santana de Yepes. Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes 2020 y con el Olivier Award británico 2020 reconoce que los premios, que comparte con su equipo, son importantes.

"Me hacen trabajar más, no creerme más. Me ayudan a seguir en el camino, te animan", subraya. Su nombre, además de al flamenco, está ligado a causas sociales algo de lo que se siente especialmente orgullosa al aportar su grano de arena. "Tener un nombre me permite tener el privilegio de ayudar, que no es una obligación es un privilegio".

Desgrana el nombre de sus maestros y ahora es ella referente para las jóvenes generaciones, a los que trata de inculcar valores como el esfuerzo, el trabajo en equipo, la ilusión, términos que considera que son poco populares, pero que quiere contagiar.

Sus ojos destilan pasión y disfrute por el escenario. "Cuando quieres convertir esa energía en algo bonito tienes que buscarla y de esa manera puedes transmitirla. La respuesta del público es lo que me mantiene soñado y haciendo soñar y no lo sé hacer si no es entregándome cien por cien", señala.

Después del estreno de "Vuela" en el Teatro Real, el espectáculo tiene gira: 7, 8 Y 9 marzo en Cartuja Center de Sevilla; 20 marzo en el Liceo de Barcelona; el 12 de abril en el Auditorio de Zaragoza; 13 de abril en el auditorio Baluarte de Pamplona y del 23 al 26 de mayo en el Teatro Arriaga de Bilbao.