El autor del ataque terrorista de Solingen, un sirio residente en Alemania, tenía una orden de deportación desde 2023. La ultraderecha alemana busca rentabilizar el atentado del viernes, en las elecciones regionales en dos estados federados el próximo domingo.
El canciller alemán, Olaf Scholz, ha visitado este lunes el escenario del atentado reivindicado por el estado islámico, que costó la vida a tres personas.
Scholz se ha referido a la necesidad de acelerar las expulsiones de extranjeros que no tienen derecho a permanecer en Alemania y lograr un mejor control sobre la migración.
Alternativa por Alemania se ha convertido en una agrupación islamófoba y xenófoba tras la crisis migratoria de 2016.
Sin embargo, la posibilidad de que la ultraderecha forme parte de alguno de los gobiernos regionales se considera remota ya que los partidos han rechazado la posibilidad de esta alianza.
Aún así, preocupa el posible uso político del atentado, que haga aumentar el racismo.