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En la segunda sesión del juicio contra Daniel Sancho, en Tailandia, han declarado las dependientas del supermercado y la ferretería en las que el presunto asesino compró cuchillos, bolsas y cintas.

También ha prestado testimonio la persona que le vendió el kayak que, presuntamente, utilizó para deshacerse de partes del cuerpo de Edwin Arrieta.

En los familiares del acusado se advertía este miércoles cierto nerviosismo que contrastaba con la aparente actitud atemperada del abogado y portavoz de la familia de la víctima, Edwin Arrieta.

El representante de la acusación cree que la lista de testigos podría reducirse, dice, ante la claridad que él supone de los hechos

Por su parte, el abogado de Daniel Sancho asegura que los testigos siguen siendo circunstanciales y que van a pelear el caso a fondo.

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En la sesión ha estado presente en la sala la madre de Daniel Sancho, tras sentirse ayer indispuesta.

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Sancho, que confesó el crimen en un primer momento, se ha declarado no culpable y mantiene que el cirujano, al que conoció en redes sociales, murió durante una pelea.

El juicio se celebra a puerta cerrada y con la prohibición de filtrar cualquier detalle de lo que ocurre en la sala.