Silencio en Zarzuela sobre el paradero de Juan Carlos I

Zarzuela sigue sin confirmar el paradero de Juan Carlos I. De momento, no ha dado ninguna información desde que se publicara el comunicado que anunciaba la salida del rey emérito de España para no dañar, decía, el reinado de Felipe VI. Un silencio que se ha convertido en habitual desde que Juan Carlos I expresara su voluntad de abandonar la vida pública.

Se mantiene una máxima discreción y no ha habido ninguna información nueva desde el pasado lunes, desde que conociéramos el comunicado. No es la primera vez que Casa Real no informa de la agenda de Juan Carlos I y no lo hace desde el pasado año. Fue en junio cuando el rey emérito decidió dejar de desarrollar actividades institucionales y confirmar su retirada de la vida pública y cualquier información que desde entonces hemos querido saber sobre él nos han remitido a su abogado.

De cualquier manera, lo que es un hecho es que la confirmación de su paradero sigue sin llegar y podríamos tardar en saberlo, porque el lugar elegido, que según fuentes conocedoras de la marcha del rey consultadas por Telemadrid es República dominicana, es aún provisional.

Expertos aseguran que Zarzuela no confirma el destino porque no lo hay. "No hay exilio", dicen. Es un "tránsito" para no hacer daño a la Corona.

Poco a poco sí hemos ido conociendo cómo se fraguó esta marcha. La decisión fue difícil y duró semanas, con conversaciones a tres bandas entre Casa Real, Juan Carlos I y Pedro Sánchez.Al final un encuentro directo entre padre e hijo desencalló el asunto. La línea roja del rey emérito era conservar el título honorífico de rey. Felipe VI decidió el qué, cuándo y cómo: salida al extranjero, a través de un comunicado y tras su gira oficial por España. Sobre la mesa se barajó la propuesta del emérito: renunciar a la inmunidad constitucional. Fue descartada.

La decisión de Casa Real sigue generando controversia en la clase política, incluso, entre los miembros del Gobierno, que asumen sus diferencias respecto a este tema. Discrepancias que son criticadas desde PP y Vox, que consideran que son maniobras premeditadas para atacar a la monarquía.