¿Se han preguntado alguna vez cómo se obtiene información sobre un pintor y sus obras de hace varios siglos? Pues desde hace más de 50 años hay algo que se aplica a las pinturas para su investigación técnica, como si fueran radiografías convencionales.
El Museo del Prado nos muestran cómo revisan el estado de salud de sus cuadros, para poder ver el proceso entramos en el búnker o instalación radioactiva donde trabajan con Felipe V a caballo de Ranc, un cuadro de casi 4 metros que aparentemente está en buen estado pero se sabe que sufrió daños en el incendio del Alcázar.
Para poder conocer cuál es el estado real de la pintura se le aplica reflectografía. De este modo, los focos laterales emiten radiación infrarroja y así podemos ver lo que hay detrás de la pintura. Otra técnica complementaria es la radiografía, convencional, que se digitaliza y amplía.