Un 30% de las personas sin hogar son jóvenes, según el INE

En España, hay 28.552 personas sin hogar, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2022, un 24 % más que hace diez años, que cada vez tienen un nivel de formación más alto y son más jóvenes, el 30 % del total.

La Federación de Asociaciones y Centros de Ayuda a Personas Marginadas (Faciam) ha aportado estos datos durante la presentación de la 32 campaña "Caminemos juntos" para sacar a las personas sin hogar de la "invisibilidad", sensibilizar a la sociedad y derribar estigmas.

Cientos de personas han participado este jueves en una manifestación convocada por la Red Faciam en Madrid, desde la plaza de Santo Domingo hasta la plaza de Ópera, para exigir que se agilicen los trámites administrativos y se les facilite el acceso a la vivienda.

En la plaza de Ópera, se ha leído un manifiesto en el que se llama a los ciudadanos, los partidos políticos y las instituciones a crear un espacio de encuentro y ofrecer a las personas sin hogar oportunidades reales de tener un hogar digno.

Susana Hernández, de la Red Faciam, ha explicado que la cifra del INE está lejos de reflejar la realidad del sinhogarismo, ya que los centros de atención de personas sin hogar de Cáritas atienden a más de 40.000 usuarios al año.

Alrededor de un 30% de las personas sin hogar son jóvenes, que en su mayoría tienen entre 18 y 30 años y que en muchos casos proceden de procesos migratorios o salen de los sistema de tutela cuando alcanzan la mayoría de edad, ha detallado.

Cualquier persona podría verse en la calle, por perder el trabajo, por una ruptura sentimental, por migrar o por una enfermedad mental, aunque generalmente confluyen un cúmulo de circunstancias, ha señalado Hernández.

"El camino hacia la inclusión de las personas sin hogar es largo y está lleno de obstáculos, sobre todo, de trabas administrativas. Siempre falta un papel, el de residencia o el de empadronamiento", ha expuesto.

En el acto, ha ofrecido su testimonio Luisana, una migrante de 34 años, proveniente de Venezuela, que se vio viviendo en la calle en España después de dejar su país tras un divorcio y debido a la mala situación económica y ahora reside en un piso ofrecido por Cáritas.

También ha intervenido Joysse, de 45 años, procedente de Perú, que llegó en 2022 a España, donde se quedó en la calle, sin conocer a nadie, pero, ahora, tras recibir el apoyo de diferentes organizaciones sociales, se propone trabajar y estudiar para ofrecerles a sus hijas de 15 y 17 años una vida mejor.

Luis, de 59 años, ha relatado que permaneció más de cuatro años en la calle a causa de su adicción a las drogas, pero consiguió superar "el miedo, la rabia y la soledad" y logró encontrar un hogar. "Me han ayudado y me he dejado ayudar", ha confesado.