Un amor eterno en Guadalix de la Sierra

En el camino de las Chozas de Guadalix de la Sierra se encuentra el banco del amor. En él se sentaban cada semana Benjamín y María Dolores, un matrimonio del pueblo, siempre que iban a comprar el pan. Interrumpían su camino, de algo más de un kilómetro, para descansar en este banco.

El coronavirus se los llevó con solo 3 días de diferencia, pero su historia va a durar para siempre en el banco del amor. Ahora, ya fallecidos, el Ayuntamiento de la localidad rinde tributo a su amor restaurando el asiento y convirtiéndolo en un homenaje a las víctimas de la pandemia, un recuerdo de la pareja y un emblema de las cosas importantes que hay en el caminar.

De hecho, Benjamín pidió el asiento al anterior alcalde al cumplir los 90 para descansar junto a María Dolores. Al ver su deterior, Diana, su nieta, escribió al actual regidor. "Se me ocurrió escribirle para llevarme el banco a mi casa. Pero me dijeron que era imposible y se comprometieron a restaurarlo", explica.

Sus abuelos habían fallecido a los 99 y 97 años con 3 días de diferencia a consecuencia del covid. Llevaban 75 años juntos y este banco para ella era todo un símbolo.

Desde el Ayuntamiento accedieron a restaurar el asiento y convertirlo en un emblema. "Recordar este tipo de cosas nos viene bien para recordar lo que importa de verdad que es la familia", señala el alcalde, Borja Álvarez. Una iniciativa que los vecinos alaban.

Hoy sobre el banco sonríe María. No conoció a sus bisabuelos pero alguien le contará su historia y entenderá dónde se apoyan las cosas importante de la vida.