La agencia de Naciones Unidas para la infancia, Unicef, publicó este martes un informe en el que afea a España ser uno de los países con mayor tasa de pobreza infantil pese a ser una de las primeras economías de la Zona Euro, por lo que invita a revisar el diseño del sistema actual de prestaciones.
El estudio sobre la situación en España plantea que es uno de los países donde los niños sufren más la pobreza -uno de cada tres menores es pobre- que en otros países con un nivel de renta similar o incluso inferior y también por qué las prestaciones monetarias reducen menos la pobreza que en otros Estados.
En su opinión, “resulta necesario revisar el diseño del sistema actual de prestaciones e impuestos, además de identificar las posibles reformas para dar respuesta a los problemas”.
En este sentido, Unicef es partidaria de “analizar tanto las deficiencias del sistema de impuestos y prestaciones en la protección de las familias con menores de edad antes de la pandemia como las respuestas de emergencia que se pusieron en marcha con el avance” del coronavirus.
A juicio de la organización de infancia, la reducción de la pobreza infantil se puede abordar con prestaciones focalizadas como el Ingreso Mínimo Vital, la prestación por hijo a cargo o deducciones fiscales reembolsables.
De los 28 países que componen la Unión Europea, 17 cuentan con prestaciones universales por hijo que consisten en transferencias periódicas por menor de edad de diversas cuantías, que normalmente dependen de la edad o de la composición del hogar. En 12 de ellos, las complementan con deducciones fiscales.
Pese a los avances, “España tiene un nivel de gasto en políticas familiares lejos de la media europea y es menos de la mitad del gasto que dedican los países con menores tasas de riesgo de pobreza infantil”.
Segundo país europeo que menos invierte en infancia y familia
La Oficina Estadística Europea (Eurostat) colocó a España el año pasado como el segundo país comunitario que menos invierte en infancia y familia, ya que sólo destina el 0,7% de su Producto Interior Bruto (PIB) a este ámbito, mientras que la media europea se sitúa en más del doble, con una media del 1,7%.
“Parece claro que las prestaciones por hijo en España son muy bajas, a pesar de que en 2019 se llevó a cabo una reforma aumentando su cuantía para todos los perceptores y doblando la de aquellos hogares con menores en pobreza severa, con ingresos por debajo de un umbral aún más bajo”, señala Unicef.
Según la organización adscrita a Naciones Unidas, el aumento de la pobreza infantil durante la crisis de 2008 estuvo ligado a la “carencia de una red estable y potente de políticas públicas de garantía de rentas”, por lo que espera que las medidas anunciadas por España, como el incremento de la prestación por hijo a cargo o el ingreso mínimo, contribuyan a disminuir la pobreza infantil.
“La ausencia de un sistema de prestaciones familiares similar al de los países de mayor renta dentro de la Unión Europea hace que España sea, precisamente, el país donde menor efecto tienen las prestaciones monetarias sobre la pobreza en los hogares con niños”, reprocha Unicef en su estudio.
Estas prestaciones, como en la mayoría de los países, ofrecen una protección a los niños y niñas inferior que la del resto de la población, con el agravante en España de que el efecto es el menor de toda la Unión Europea.