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Los restos del cohete "Long March 5b", lanzado hace una semana desde una estación china para poner en órbita un satélite se han convertido en una preocupación para los expertos que debaten sobre los riesgos que podría tener su reingreso en la atmósfera.

El Pentágono estadounidense asegura que rastrea un gran cohete chino que está fuera de control y que regresará a la atmósfera de la Tierra este fin de semana, lo que genera preocupación sobre el lugar dónde pueden impactar sus escombros.

Según informan medios estadounidenses, se espera que el cohete chino Long March 5B entre en la atmósfera de la Tierra "alrededor del 8 de mayo", según un comunicado del portavoz del Departamento de Defensa, Mike Howard, quien dijo que el Comando Espacial de Estados Unidos está rastreando la trayectoria del cohete.

El "punto exacto de entrada a la atmósfera de la Tierra" del cohete no se puede identificar hasta dentro de unas horas, cuando se produzca su reentrada, dijo Howard.

Los chinos utilizaron el cohete para lanzar parte de su estación espacial la semana pasada.

Analistas espaciales chinos citados por Global Times --medio propiedad del Diario del Pueblo, órgano oficial del Partido Comunista Chino-- explican que los escombros de los lanzamientos de cohetes que caen de regreso a la Tierra son comunes en el campo aeroespacial "y la afirmación del Pentágono de que los restos del cohete están volando de regreso fuera de control y pueden causar daños si impactan en áreas habitadas no es más que la exageración occidental de la 'amenaza de China' en el avance de la tecnología espacial".

Song Zhongping, experto aeroespacial y comentarista de televisión, dijo que es "completamente normal" que los restos de cohetes regresen a la Tierra.

Wang Ya'nan, editor en jefe de la revista Aerospace Knowledge, agregó que las autoridades espaciales de China consideraron cuidadosamente el desarrollo de la caída de escombros de cohetes desde la fase inicial de diseño del cohete hasta la elección del lugar de lanzamiento, la actitud de despegue del cohete y su trayectoria. "La mayoría de los escombros se quemarán durante el reingreso a la atmósfera de la Tierra, dejando solo una porción muy pequeña que puede caer al suelo, que potencialmente aterrizará en áreas alejadas de las actividades humanas o en el océano", dijo Wang al Global Times el miércoles.

Jonathan McDowell, experto del Centro de Astrofísica de la Universidad de Harvard, aclaró a la cadena CNN que la situación "no es el fin de los días". "No creo que la gente deba tomar precauciones. El riesgo de que haya algún daño o de que golpee a alguien es bastante pequeño. No es despreciable, podría suceder, pero el riesgo de que te golpee es increíblemente pequeño. No perdería ni un segundo de sueño por esto como una amenaza personal", precisó a la cadena. "Si quiere apostar a dónde aterrizará algo en la Tierra, apueste por el Pacífico, porque el Pacífico es la parte más extensa de la Tierra. Es así de simple", dijo McDowell.