La Virgen del Pilar empieza a lucir su tradicional manto de flores en Zaragoza, donde ha comenzado a las 7.00 horas la ofrenda, restringida este año a 20.000 personas y que discurre por un atípico y corto recorrido acotado, mientras muchos ciudadanos se congregan y pasean por los alrededores de la plaza ataviados con el traje regional.
El grupo Amigos de Somaén ha sido el primero en realizar este año la ofrenda a la Virgen del Pilar, un acto diferente y adecuado a las condiciones sanitarias que han obligado a modificar tanto el punto de partida como el recorrido, vallado y oculto en la plaza para evitar aglomeraciones; limitar el número de oferentes y sortear su participación; y reducir la estructura sobre la que reposa la Virgen, que también se ubica en un espacio que no es el habitual.
Mientras los afortunados oferentes se preparan y citan en el Parque de Macanaz, en la margen izquierda del Ebro por vez primera en este día del Pilar, la plaza homónima y sus alrededores congrega a cientos de zaragozanos y visitantes en las terrazas y calles.
Muchos son también los que se acercan en este día soleado hasta la Fuente de la Hispanidad, junto a la que se ubica la estructura de la Virgen, para tratar de ver la ofrenda, lo que dificulta una malla blanca, y tomar imágenes del manto floral que empieza a tejerse y que sí se ve en lo alto.
La ofrenda, que se prolongará hasta las 9 de esta noche, contará este año con la participación de 550 grupos, con un máximo de 20 participantes cada uno y que suma en total 13.500 personas, y de unas 6.500 que entregarán sus flores en minigrupos de hasta seis personas.