El coronavirus trajo algún efecto positivo que también ahora desaparece en la ciudad al remitir la pandemia.
Apenas se cometían delitos durante el confinamiento, y todas las estadísticas en este aspecto mejoraron. Una vez superada la fase peor de la incidencia, el centro de Madrid regresa a las aglomeraciones y los ladrones están actuando de nuevo.
Lo confirman los propietarios de bares, restaurantes y otros comercios de la Puerta del Sol y su entorno (calles Montera, Preciados, del Carmen o Arenal). Alguno de ellos se han visto obligados a volver a poner el cartel de ‘Cuidado con sus pertenencias’ y acudir incluso a contratar personal de seguridad privada.
Los amigos de lo ajeno aprovechan cualquier despiste para poder sustraer el bolso, la cartera o el teléfono móvil, siendo los turistas su objetivo prioritario.
Según fuentes policiales las bandas extranjeras históricas de carteristas en el centro han desaparecido dando paso a un perfil de jóvenes de 18 a 20 años.
La mayoría de los robos se dan en zonas de ocio por la noche en el distrito centro.
La Policía Nacional ha detectado además un incremento en la simulación de delitos. El año pasado detuvieron a 140 personas por este hecho.