Que no se pierdan los villancicos tradicionales, los de toda la vida. Es la última misión en la que se ha embarcado el tenor José Manuel Zapata.
Él los aprendió con su abuela y no quiere que caiga en el olvido.
Para ese objetivo de conservarlos se ha aliado con otros cantantes y con la orquesta de Granada, conformando un repertorio popular de los villancicos, algunos que ya se están perdiendo.
El resultado suena a música celestial.