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Los agricultores madrileños denuncian que lo que cuestan las hortalizas en el supermercado es mil veces superior a lo que reciben ellos. Al poco precio que les pagan se une la cantidad de producto que tienen que tirar por las exigencias del mercado.

Como cada día dos agricultores madrileños, Mariano y Ángel, recogen apio sin saber todavía cuánto les pagarán por ello. Lo mismo ocurre con las berenjenas.

Como señala, Mariano González, la injusticia es que el consumidor cómo mínimo pagará en la frutería cinco veces más de lo que cobran ellos por kilo.

Y en algunos casos, hasta el mil por ciento más, asegura el presidente de la Comunidad de Regantes, Ángel González.

En la situación actual cuesta más la caja (1 euro) que los tomates que contiene. Denuncian además que sólo quieren hortalizas perfectas y pequeñas.

Los costes de los agricultores se disparan y si a los del propio cultivo se suman los gastos de luz, hasta 3.000 al mes, o la falta de ayudas, se entiende por qué trabajadores del campo como Mariano y Ángel no ven claro el futuro de la horticultura en Madrid.