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El hombre que ha confesado matar a la niña Laia de 13 años en Vilanova i la Geltrú (Barcelona) ha declarado que lo hizo estando drogado y creyendo defenderse de un ladrón que había entrado en su casa: "Si hubiera sabido que era una niña hubiera parado", ha contestado al preguntársele si notó la diferencia de corpulencia con el supuesto ladrón.

Este martes ha declarado en el juicio y se ha justificado diciendo que estaba drogado y que no sabía que lo que estaba en su casa era una niña sino una sombra, asegura. Ante el jurado popular, Juan Francisco López ha explicado que si fue a la cocina a buscar los cuchillos con los que mató a Laia es porque pensaba que alguien había entrado en su casa y le iba a atacar.

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El acusado, de 46 años, que se enfrenta a una petición de condena a prisión permanente revisable, ha aceptado contestar al interrogatorio de la fiscal y ha explicado que llegó a casa drogado, siguió consumiendo cocaína y se dio cuenta de que la puerta del piso estaba abierta.

"No puedo controlar mi mente y lo que se me ocurre es ir a la cocina y coger dos cuchillos. No sé cómo explicarlo. Estoy traumatizado por todo lo que me está ocurriendo, oigo ruidos en mi habitación y voy hacia allá con un cuchillo en cada mano. Abro la puerta y me encuentro una sombra. Y ustedes me dicen luego que es una niña", ha explicado sobre el momento en que mató a la menor.

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Una vez en el dormitorio, ha explicado que la cogió del cuello creyendo defenderse de un ladrón, y que no recuperó la conciencia hasta mucho más tarde --después de quedarse "totalmente paralizado"-- y recogió, limpió el piso y se duchó, según él para que su padre lo viera en buen estado cuando llegara.

La fiscal ha comenzado el interrogatorio preguntándole por la relación que mantenía con sus padres antes del crimen, dado que la defensa alega que estaba "desestabilizado por completo" por la inminente muerte de su madre, la mala relación con su padre y su hija, y el consumo de alcohol y drogas.

Tras el interrogatorio del acusado, el magistrado que preside el tribunal popular, José Grau, ha agradecido el "comportamiento de la familia" de la víctima, tras una sesión especialmente dura.

El juicio proseguirá este miércoles, con los informes finales de las partes, que han mantenido sus conclusiones: prisión permanente y otros 10 años la Fiscalía y la acusación particular ejercida por la familia de la niña, mientras la defensa pide un máximo de 14 años de cárcel.