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Las últimas cifras del coronavirus desvelan desajustes, apuntan incluso a 2.000 fallecidos menos que el día anterior. Un baile de cifras que no es la primera vez que se remite desde el inicio del estado de alarma sanitaria. La portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha defendido el nuevo sistema de recuento de datos.

Montero ha asegurado que este desfase en los datos "pasa en todas las epidemias". "Primero empezamos la recogida de datos en un formato y conforme vamos conociendo mejor la enfermedad se van a haciendo indicadores más cualitativos", ha esgrimido. Y es que los datos aportados por la comunidades han sido desiguales. Unas contaban dentro de los hospitalizados a los que estaban en UCI, otras como Madrid incluían a los curados y fallecidos.

El 2 de abril Sanidad incluye en sus informes diarios los hospitalizados y casos en UCI acumulados hasta la fecha. El 15 de abril cambia y comienza a reportarlos desagregados: uno con el total de PCR y otro con la suma de pruebas serológicas.

Con las cifras de muertos el baile era el mismo. Regiones como Madrid, Cataluña o Galicia no incluían a los fallecidos en residencias, solo a los que morían en hospitales. El 15 de marzo se exige en el BOE que las comunidades incluyan solo los casos confirmados por PCR o test de anticuerpos.

Los dos mil fallecidos restados ayer de las estadísticas ha sido el último episodio.