A padres deportistas, niños más inteligentes. Es la última conclusión de un estudio hecho, de momento, solo con ratones, cuya conclusión es que el ejercicio físico continuado de los progenitores tiene efectos beneficiosos en el cerebro de sus crías.
Se sabía que el ejercicio físico es beneficioso para la salud física y mental de quien lo practica, pero se ignoraba que esos beneficios se pudieran heredar.
Durante cuatro años investigadores del CSIC lo han estudiado en roedores. Las cías no han hecho deporte y aún así mantienen los beneficios en su organismo, según explica Ángela Fontán Lozano, profesora de la Universidad de Sevilla.
Se han detectado cambios en el cerebro de los ratones, sobre todo en el aprendizaje y la memoria.