La subida de los carburantes castiga a las empresas de transporte que ven los sobrecostes "inasumibles"

El encarecimiento de la electricidad, y también de los carburantes, obliga a los gobiernos a buscar soluciones. Estados Unidos está explorando la vía de la Venezuela de Nicolás Maduro para evitar la dependencia del petróleo ruso, tras el anuncio de Moscú de cerrar el suministro de gas por las sanciones impuestas por su invasión de Ucrania.

En España, empresas de gran consumo energético hacen parones para reducir costes y el litro de gasolina y diésel sigue su escalada, castigando a los negocios relacionados con el transporte.

Hace un año una empresa de transportes pagaba el gasóleo a 0.80 euros el litro. En septiembre pasó a 0,98%, en Febrero a 1,30 euros. Un encarecimiento de más de un 44 por ciento. Repostar cada uno de sus más de 100 camiones costaba 900 euros. Ahora cuesta 1.300 euros, 400 euros más por vehículo.

Han negociado con sus clientes, pero ven inevitable repercutir este sobrecoste, dice Mónica Sanz Colomo, directora financiera de Truck One. Un sobrecoste que también sufren los que se encargan de hacer el reparto en la última milla.

Algunas Industrias siderúrgicas, fábricas de aluminio y zinc, suspenderán este martes su producción o trabajarán en las horas de menor coste de la electricidad que alcanzará un pico de 700 euros el megavatio/hora este martes de 19 a 20 horas.

El sobrecoste por el suministro eléctrico supera los 3.000 millones de euros y la patronal de las gasolineras pide al Gobierno bajar el IVA de los carburantes.