El ex número dos de Interior José Antonio Nieto ha asegurado que el 1-O se celebró porque los Mossos no actuaron para impedirlo, en una jornada en la que se dio "el peor escenario posible" y donde "técnicamente" no se produjeron cargas pero sí un uso de la fuerza que resultó el "mínimo imprescindible".
Nieto, que se ha presentado ante el tribunal como el máximo responsable del dispositivo policial del 1-O, ha hecho una férrea defensa de la intervención de la Policía Nacional y Guardia Civil ante la "ineficacia y ausencia" de los Mossos, que "no tenían el más mínimo interés" en coordinarse con la fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado ni en cumplir las instrucciones judiciales del 1-O.
Una jornada en la que el ex secretario de Estado de Seguridad ha revelado que el Gobierno sugirió al Govern tres días antes del 1-O que se pudiera votar "en plazas o lugares abiertos" donde no se vulnerara la orden judicial de impedirlo, pero "no hubo ni el más mínimo gesto de cesión". Al respecto, el Ejecutivo central planteó que "si se trataba de evidenciar capacidad de movilización del independentismo", ello "no se iba a evitar", por lo que existía la opción de que se "simulara" el referéndum en calles y plazas, pero, ha añadido, "no hubo ningún interés y hubo una convicción absoluta de mantener el 1-O".
El interrogatorio de Nieto se ha prolongado cuatro horas, el más largo de entre los testigos hasta la fecha e incluso más que muchos acusados, conscientes las partes de que se trata de una prueba fundamental para probar el uso de la violencia en el "procés", que es la clave de bóveda del delito de rebelión.
Pero Nieto ha cerrado filas con la actuación policial del 1-O, que ha calificado de "ejemplar" porque "el uso de la fuerza fue el mínimo imprescindible" pese a que "el entorno era muy complejo", lo que provocó, en ocasiones, que los policías se replegaran de algunos colegios ante el "grave riesgo" hacia su integridad física, por lo que se ha mostrado convencido de que se acabarán archivando las causas abiertas contra las decenas de policías imputados.
Ha precisado que no hubo ninguna "orden política" ni de ninguna otra instancia para dejar de intervenir por la tarde y que las imágenes de heridos no tuvieron "ninguna influencia" en esa decisión, que ha justificado por una "cuestión física", porque los efectivos llevaban muchas horas de trabajo y el grueso de su actuación debía realizarse entre las 07.30 y las 10.00 horas. Una franja horaria clave en la que, según ha dicho, se encontraron con el "peor escenario previsto" porque "los Mossos no actuaban" y se dio un "nivel de resistencia mayor" al contemplado por parte de los favorables al referéndum que desembocó en situaciones de "violencia" contra los agentes, si bien ninguno tuvo que cogerse la baja médica.
La "alineación" del mayor Josep Lluís Trapero
Sin descolgarse un solo instante en su defensa de los cuerpos de seguridad, Nieto ha admitido el "empleo de la fuerza" por parte de la Policía y la Guardia Civil, en algunos casos de "forma llamativa", aunque ha matizado que su actuación no se encuadra "técnicamente" en una carga policial. Y ha situado toda la responsabilidad del 1-O en los Mossos hasta el punto de estar "convencido" de que nunca se hubiera celebrado el referéndum si la policía autonómica hubiera cumplido, porque "lo anormal fue lo que sucedió", es decir, "que no hicieran caso". Nieto ha sido claro: "Si los Mossos de forma clara y evidente hubieran manifestado su voluntad de cumplir el mandato judicial, el referéndum no se hubiese celebrado, estoy convencido de que se habría desconvocado". Pero, ha añadido, "no hubo el más mínimo interés" en que así fuera.
De hecho, ha afirmado que la "alineación" del mayor Josep Lluís Trapero con el Govern era "total", aunque confiaron en que los demás mandos de los Mossos d'Esquadra no darían la "espalda" a la orden de impedir el 1-O, aunque "desgraciadamente no fue así".
Nieto ha indicado que el Gobierno partía con la idea de "confiar" en los Mossos y que la Policía y la Guardia Civil auxiliarían a la policía autonómica para cumplir las resoluciones judiciales, aunque progresivamente empezaron a "dudar" de esta confianza que "ya era mínima" cuando se produjo la Junta de Seguridad el 28 de septiembre. Y lo ha ilustrado con el ejemplo que dio Trapero cuando le preguntó si vería necesario el uso de la fuerza el 1-O. "Si hay niños y personas mayores, no", le contestó Trapero, según Nieto, que ha subrayado que tuvo "claro" que se trató de una "excusa" para finalmente no tener que intervenir.
Aunque la mayor parte del interrogatorio se ha centrado en el 1-O, Nieto ha dicho que el "punto de inflexión" ocurrió el 20-S en el que la ausencia de antidisturbios de los Mossos creo la sensación de que "no había límites" para los concentrados hasta el punto de "destrozar" los coches de la Guardia Civil allí estacionados, a su juicio, "una muestra importante" de la violencia que allí se dio.
De ahí la "preocupación" por la seguridad de la comitiva judicial que registraba la Conselleria de Economía ante unas manifestaciones que "no eran espontáneas", sino que "había una organización detrás", en la que ha situado a los CDR.
Pese a todo, Nieto ha reconocido la derrota en el relato sobre lo ocurrido en materia de seguridad en el "procés" y ha explicado que los independentistas consiguieron que se diera la vuelta a la realidad, hasta el punto de que se distorsionó "lo normal", que es que la Policía actúe para evitar un delito y que el resto de los ciudadanos acaten y respeten esa actuación policial.