El futuro de la terraza del espejo se encuentra en el aire, al igual que el de los 26 trabajadores del elegante e inconfundible diseño modernista que corona Recoletos.
El ayuntamiento señala que la concesión acaba este año, mientras, el administrador amenaza con acciones legales y defiende el valor histórico del lugar.
Uno de los iconos de Madrid, que en los últimos 30 años ha sido refugio de políticos, artistas y visitantes ilustres de Madrid.
Aun así, el negocio sigue abierto todos los días del año que se mantiene gracias al empeño y la ilusión de sus 26 empleados que llevan meses sin cobrar, que ahora podrían irse al paro porque el ayuntamiento entiende que la concesión de 30 años ha vencido.
La última notificación municipal les anuncia una inspección para el cierre el próximo jueves.