Los colegios madrileños se preparan para reabrir tras la gran nevada dejada por ‘Filomena’

Accesos limpios, centros preparados. Los colegios madrileños reabren tras el paso de la borrasca ‘Filomena’. Los alumnos de infantil primaria y primero y segundo de la ESO vuelven a clase, el resto de cursos dependerán de lo que decida el centro, ya que algunos piden posponer la apertura.

La vuelta es segura, ha dicho el consejero de Educación, Enrique Ossorio. Abrirán pese a los daños sufridos, algunos en accesos o estructuras, solventados en parte tras un trabajo incansable de familias y profesores.

Primero fue el Covid, ahora la gran nevada dejada por ‘Filomena’ y, entre unos y otros, desde marzo los niños apenas han dado 3 meses de clases presenciales. Este miércoles se incorpora la mayoría de los alumnos después de llevar prácticamente un mes en casa, hace 28 días que les dieron las vacaciones de Navidad.

La seguridad es lo más importante

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha dicho que “lo más importante es la seguridad de los niños y los alumnos de toda la Comunidad de Madrid que tienen que volver, y hasta que no hemos tenido la certeza de que esto es así hemos preferido ser todavía más cautos”.

Ahora se preparan para la vuelta de los alumnos después de despejar la nieve y comprobar el estado de las instalaciones. Desde marzo sólo tres meses han sido de forma presencial. Este acceso al colegio Cuba de Aluche es un peligro y hay operarios cortando las ramas de pinos que se asoman a los patios.

Cortan ramas de pinos

Al otro lado, la entrada por la calle Illescas, era una pista de hielo hasta que han llegado los operarios del ayuntamiento. El objetivo es abrir mañana, aunque muchos aún desconfían. La dirección del colegio Cuba asegura que, si se garantiza la seguridad en los accesos, ellos están en disposición de abrir con todos los servicios, eso sí, sin patio.

Este es uno de los 500 centros que hasta ayer tenía problemas de acceso por la nieve. Caídas de árboles, goteras, calderas, tuberías o fallos eléctricos son las deficiencias más comunes en los colegios.